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Reebok Pump, vuelve a hincharse el mito del baloncesto

Entrevistamos a Dominique Wilkins y a Dee Brown, dos de los primeros en calzarlas, en el 25º aniversario de su creación.

Dee Brown calzando las Reebok Pump Omni Lite en los 90.

Cortesía de Reebok

Allá por 1989, cuando nosotros salíamos de La Movida para entrar en el universo grunge, Reebok lanzó su modelo Pump revolucionando la industria del deporte, sobre todo la del baloncesto. Aparentemente se trataba de una zapatilla abotinada, propia del basket, pero incorporaba por primera vez en el calzado deportivo una pequeña válvula (situada en la parte superior de la lengüeta) que, una vez hinchada, proporcionaba la mayor sujeción del mercado.

Salidas de la mente de diseñador Paul Brown, esta zapatilla iba un paso más allá de lo conocido hasta el momento, y pronto se convirtió en un símbolo de status en el baloncesto urbano. En el terreno profesional, Dominique Wilkins, que en aquel momento lideraba los Atlanta Hawks, fue el primero en llevarlas. ¿La razón de apostar por un modelo tan novedoso desde el principio? “Era una compañía nueva y prometedora en el mundo del baloncesto, así que parecía la oportunidad perfecta para trabajar juntos y poner nuestro deporte en el mapa”, nos explica el jugador 25 años después de calzar sus primeras Pump.

La sensación que tienes al llevarlas es de “comodidad, gracias al mecanismo de hinchado y a la cámara que rodea el pie y el tobillo”, explica Wilkins. “Me presentaron el diseño inicial y me encantó”, y desde entonces, “he utilizado siempre el mismo modelo, el mío”. Ni siquiera se fijó en las de sus compañeros.

Sin embargo otros compañeros sí se fijaron en las suyas, y Reebok, a su vez, puso los ojos en ellos, sobre todo en el Celtic Dee Brown, ganador del Concurso de Mates del All Star 1991 celebrado en Charlotte. Antes de su lanzamiento más aplaudido durante la competición, paró, hinchó sus zapatillas y remató en la canasta con las Reebok Pump Omni Light (en la imagen superior), que más tarde cambiaría por las D-Light, su evolución.

Muchos se preguntan si en su salto tuvieron algo que ver las zapatillas. El confiesa sin dudar que “por supuesto, si eso es en lo que crees. Yo nunca dudé que mentalmente motivó e inspiró a la gente de que podía saltar más alto cuando las hinchaba con la pelota de baloncesto de la lengüeta”. Y no hay más que decir. “Sabía que eran lo último y tenían algo que no tenían otras, una forma de personalizar el aspecto y la comodidad del pie. Eran sencillas y únicas gracias al negro, las pinceladas en blanco y la sutileza del naranja propio del baloncesto”.

Domique Wilkins rematando un mate con las Reebok Pump.

Cortesía de Reebok

Ellos fueron los primeros y los que convirtieron este modelo en un icono dentro de la cancha, pero su estela dejó una generación de pump-adictos que llega hasta nuestros días, muy dados al revisionismo noventero, hecho que ha facilitado la vuelta de la línea más icónica de Reebok, y tanto Wilkins como Brown están encantados con este regreso. El primero, porque no tuvo la oportunidad de ir coleccionando los modelos que estrenó, “pero ahora que Reebok reedita todos los clásicos, como la Shaq’s o la Kemp’s, me gustaría ponerme las mías también”. El segundo, porque, aunque sí conservó “toneladas de ellas en infinidad de colores”, le encanta “cuando lanzan nuevas versiones y, por supuesto, las clásicas. Te hace sentir que tuviste un gran impacto en la difusión de la zapatilla”.

Cuando se encontraban en activo, solían gastar un par cada cuatro o cinco partidos o cambiarlas cada dos semanas, y aunque ambos afirman que preferían su aspecto usado y machacado, ahora las dejan a un lado para jugar con los amigos (para ello Brown se calza “las Pumpspective Omni, las Reebok Question Mid o las Q96 CrossExamine” y Wilkins, “alguno de los últimos lanzamientos que Reebok me envía”).

Ha pasado ya un cuarto de siglo desde el periodo de máxima efervescencia de ambos jugadores, por eso no podemos evitar preguntarles a ambos quiénes son los referentes actuales que más les impresionan, a lo que Nique se embala recitando los nombres de Chris Paul, LeBron James, Carmelo Anthony, Kobe Bryant, Kyle Korver y Ronnie Milsap. Brown, más lacónico y selectivo, cierra el círculo únicamente en torno a KD y LeBron.

Vaya, ningún europeo se cuela en sus respectivos dream teams, aunque para eso tienen una opinión aparte: “ Me gusta el juego europeo por la pasión que ponen en él ”, explica Brown, “sus jugadores son muy competitivos y poseen aptitudes y talento suficientes para jugar en la NBA”. Y continúa: “Tuve la oportunidad de entrenar a Calderón mientras asistía a los Detroit Pistons y disfrute muchísimo trabajando con él”. “O mira a los hermanos Gasol ”, apunta Wilkins, “grandes hombres con un excelente juego de pies y de perímetro”.

Han hablado dos de los pares de pies responsables de estrenarlas. Ahora las Pump, después de un largo letargo, regresan con ese mismo espíritu revolucionario y rompedor para vestir la cancha y la calle, esperemos que por mucho tiempo.

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