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Familias de Coronel recibieron sus viviendas sociales con fallas: Ahora les pagarán millonaria indemnización

El Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) de la región del Biobío fue condenado a pagar una millonaria indemnización a 25 propietarios que recibieron sus viviendas sociales con defectos en su construcción en cuanto a habitabilidad e infraestructura, sanitarios, espacios comunes, terminaciones eléctricas, entre otros.

La sentencia fue emitida por la Corte de Apelaciones de Concepción, organismo de segunda instancia que revocó la condena inicial dictada por el Tercer Juzgado Civil, cuando rechazó un pago indemnizatorio por daño moral a favor de las familias.

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Ahora, cada uno de los afectados que demandó a la cartera regional dependiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo recibirá $12 millones.

Pero eso no es todo: el Serviu del Biobío también deberá reembolsarle 440 UF ($16,3 millones, según el cambio actual) a cada familia por el concepto de reparación de las viviendas.

Los múltiples imperfectos en las viviendas sociales

La demanda en contra de la entidad fue presentada en julio de 2020 por algunos propietarios del condominio Paso Seco, ubicado en la comuna de Coronel, misma región. Todos los demandantes adquirieron su vivienda mediante escritura privada de compraventa en 2012 y 2013.

“Al poco tiempo de ser recepcionadas, los demandantes constataron que las viviendas presentan múltiples desperfectos y fallas, tanto en el orden estructural, eléctrico, aguas servidas y terminaciones. Hicieron llegar sus reclamos al Serviu de la región de Biobío (...) para que, haciendo uso de sus potestades fiscalizadoras, tomase cartas en el asunto y arbitrase las medidas tendientes a subsanar los desperfectos y fallas identificadas”, señala el documento.

Según reclamaron los afectados, la respuesta del organismo fue “ostensiblemente tardía y demostrativa de desidia y falta de interés”.

 

Imagen referencial (Shutterstock)

 

Recién en marzo de 2015, el Serviu elaboró un informe en el que constata que el revestimiento exterior de las viviendas presenta evidencias de hongos en todas sus fachadas. Además, la placa que corresponde al entrepiso no es lo suficientemente rígida y el distanciamiento presente entre las vigas permite que este presente una movilidad excesiva. Las terminaciones eléctricas estaban en mal estado, ocasionando permanentes cortes de corriente.

Por si fuera poco, entre otras falencias, se detectó que el alcantarillado sanitario se rebalsaba por la pileta ubicada en el baño; y la red de agua potable fue deficientemente ejecutada, presentando filtraciones y provocando oxidaciones.

Un agravio a la dignidad de los propietarios

Por todos estos desperfectos habitacionales y su impacto en el bienestar de las familias, los propietarios solicitaban una indemnización inicial de $25 millones para cada uno, por concepto de daño moral; y 621,24 UF ($23.1 millones) por el concepto de daño emergente.

El Tercer Juzgado Civil de Concepción acogió solamente el reembolso por daño emergente, aunque rebajándolo a 440 UF. No obstante, la Corte de Concepción revocó esa condena y agregó la compensación por daño moral, ordenando el pago de $12 millones por este concepto.

Para argumentar su decisión, la Corte señaló que el haber vivido en viviendas que eran “inhabitables e indignas, con filtraciones, presencia de hongos, deficiencias eléctricas con riesgos de incendio y cortocircuitos, inestabilidad de entrepiso y escaleras, entre otros desperfectos, afectó las normales condiciones de vida de los demandantes. Es por ello también un agravio a su dignidad”.