Magia linda

Jorge Lankin

El artista chileno Jorge Lankin se dedica al grabado hace más de 20 años. Para él es magia, alquimia de la que resultan trabajos bellos. Hoy se prepara para su próxima exposición individual en Galería Animal, a inaugurarse el 30 de septiembre. En ella expondrá su último trabajo, hecho con matrices de metal e inspirado en sus múltiples viajes por Chile.




Jorge Lankin (51) estudió arte en la UC, y fue en su tercer año cuando le llegó el grabado a su vida. Cuando estaba en el colegio no tenía idea de que existía una técnica mágica que se llamaba grabado, y fue en ese punto de su vida, a los veintitantos, cuando lo vio y nunca más se alejó de él. "Uno no se da cuenta, pero hay muchos trabajos internacionales de Rembrandt, de Goya o de Picasso que son grabados. Mirando estas obras percibí todas las posibilidades que tiene la técnica", señala Lankin.

En septiembre inicia una exposición en la Galería Animal donde mostrará sus últimos trabajos. Dejando atrás los polípticos y centrándose ahora solo en piezas únicas, el artista no abandona el uso potente del color que lo ha marcado durante toda su carrera.

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¿Qué posibilidades tiene el grabado y cuáles aplicas en tu trabajo? El grabado tiene una cosa que es muy mágica, que es que uno hace algo, lo pasa por una máquina y sale un resultado. Es como la foto, uno toma una foto y después la ve, no es como la pintura que uno hace una raya y el resultado es inmediato. Tiene una cosa alquímica. Fue lo que más me atrajo de él. Después me dediqué al grabado en metal, que me sedujo porque tiene algo muy particular. Con él se les puede dar volúmenes a los dibujos que impregnas en el papel.

¿Y cómo funciona? La matriz está dibujada en el metal y se le aplica un ácido que provoca después el relieve en el papel; el papel entra en el relieve y toma la forma del metal. Hago dibujos a través del relieve. Es así como hago dibujos con relieve sin tinta y otros con tinta, pero todos en relieve. Le da un volumen a la obra.

¿En qué te inspiraste para tu exposición en la Galería Animal? La inspiración máxima son los viajes que hago, yo viajo mucho, las historias que voy recopilando de los lugares, de la gente que vivió antes ahí, en este caso los selknam, los yaganes; viajo por Chile, de Arica a Magallanes, me voy 2 o 3 meses. Recorro, camino, subo cerros, me meto en los bosques, conozco a la gente, me informo. Es un viaje parecido a los que hacían los cronistas antiguos, los naturalistas, busco fósiles, puntas de flechas, veo el arte rupestre, me intereso por la cestería que hacen en el sur, por ejemplo, por la cerámica, por toda la manualidad ancestral y por todas las historias que la rodean. Porque por lo general las manualidades tienen que ver con una ética que existe en los lugares donde se realizan.

¿Y cómo sigue el proceso de trabajo? Tomo toda esa información y la transformo en una imagen bella, que la gente pueda convivir con ella. Yo pienso que cuando uno hace una obra de arte bella, en alguna parte el observador al verla le hace bien. Creo que son obras sanadoras. Es bello y esa es toda la explicación. Y como no puede haber belleza sin fealdad, en este tipo de trabajo hay partes feas y uno las ve de lejos, la totalidad del color te atrapa y empiezas a ver cosas que son hermosas. En la totalidad es bello, como lo es la naturaleza. Como cuando uno ve un bosque y se queda en la parte de la pudrición de las hojas, que a lo mejor no es tan lindo, pero cuando entiendes el proceso, que de ahí sale la tierra de hojas que permite que crezcan otros árboles, en el fondo tiene una lógica que es bellísima. T 993316054 / galeriaanimal.cl

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