Cómo son los cócker spaniel y sus dos variedades con personalidades diferentes

  • Sobresalen en actividades de agilidad, pero el inglés es mejor en lo deportivo, y el americano en adiestramiento.
Cócker spaniel inglés dorado y cócker spaniel americano crema.
Cócker spaniel inglés dorado y cócker spaniel americano crema.
20minutos
Cócker spaniel inglés dorado y cócker spaniel americano crema.

Para hablar del cócker spaniel americano debemos hablar primero del cócker spaniel inglés, que es la raza principal de la que se originó el linaje norteamericano. Y para hablar del cócker spaniel inglés debemos también especificar qué es el grupo de los spaniel: este término, que se cree que deriva del francés “espaigneul”, español, engloba un tipo de perro de caza especializados en aves. Hay más de 10 razas caninas que llevan el apellido spaniel en su nombre. Todas comparten pelo largo y fino —algunas rizado— y orejas caídas.

Antes del siglo XIX y de que comenzara la selección de razas caninas por su aspecto más que por su funcionalidad, los spaniel se dividían en dos grupos básicos: perros de caza en tierra y perros de caza en agua.

El cócker, en este caso, era un spaniel de caza en agua y que se encontraba muy mezclado con otra raza similar, el springer spaniel. Como decimos, hasta que llegó el siglo XIX y el auge de las exposiciones caninas diversificó los tipos de spaniel como razas individuales y les otorgó una oficialidad. Por otro lado, en Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, se comenzó a desarrollar un cócker spaniel más orientado a la compañía, reduciendo su tamaño natural, compactando su aspecto general, con un pelo más abundante y largo, seleccionando un cráneo más abovedado con hocico corto y un carácter más tranquilo y apacible. Este fue el nacimiento del cócker spaniel americano actual.

Ambas razas están plenamente reconocidas por todas las asociaciones caninas del mundo, y pese a ser, en el fondo, la misma raza, sus diferencias actuales son suficientes para que esté prohibido el cruce entre ambas y sus camadas resultantes no podrían ser registradas como raza reconocida.

Como dato anecdótico semántico, cabe señalar que en Reino Unido hablan de cócker spaniel a secas para referirse al inglés, y cócker spaniel americano para distinguir la variedad transoceánica. Sin embargo, en Estados Unidos, “su” cócker es el cócker spaniel sin más especificación y el europeo es el cócker spaniel inglés.

El cócker spaniel inglés fue una de las razas que ha pasado por un periodo de moda descontrolado durante la década de los 80 y 90 del siglo veinte en nuestro país.

El cócker spaniel inglés: alegre, muy enérgico y reclamante

El cócker inglés en la convivencia es un perro extremadamente cariñoso y receptivo con su entorno familiar, confiado con extraños y entusiasta hacia cualquier actividad. Adoran el agua y su instinto cazador, aun en líneas de compañía, suele ser marcado, y es frecuente que necesiten llevar sus juguetes (o cualquier cosa que se les ponga al alcance) en la boca buscando la aprobación de su tutor por entregarles la “pieza” capturada. Deben mostrar un carácter naturalmente tolerante hacia otros animales y con los niños, lo que no implica que no se deba realizar una sociabilización adecuada para reforzar esa cualidad. Como perros de trabajo, su necesidad de actividad y estimulación mental es alta para evitar problemas de conducta y de salud.

Su pelo de doble capa requiere cuidados frecuentes para prevenir los enredos y es una de las razas que cuentan con cortes de pelo específicos que se deben consultar con un profesional en peluquería canina.

Para ver qué colores y patrones están admitidos en los cócker spaniel ingleses se puede revisar su ficha con el estándar de la Federación Cinológica Internacional.

El cócker spaniel americano: amable, sereno y casero

En la selección genética de ejemplares realizada durante el proceso de creación de esta variedad, se valoraba positivamente que los cócker fueran algo más desapegados que la línea pura inglesa, de manera que el cócker spaniel americano es un perro dócil con su núcleo familiar conviviente pero no destaca por ser dependiente, y disfruta de sus espacios privados. Son muy inteligentes, y tienen una buena capacidad de obediencia y entrenamiento. No deben mostrar timidez. En la convivencia con niños y animales, se recomienda una sociabilización temprana y supervisión.

Su doble capa de pelo es mucho más larga, espesa y fina que la de su congénere inglés, lo que no le hace tan apto para ciertas actividades o ejercicios por el gran riesgo de enganchones o entorpecimiento que le provoca y requiere cuidados más constantes. Los colores admitidos pueden consultarse también en la ficha de la FCI.

El síndrome de furia en los cócker spaniel

La salud de los cócker spaniel, en ambas variedades, es naturalmente buena siempre que los ejemplares procedan de criadores que realizan las pruebas de salud pertinentes a sus ejemplares, para evitar las enfermedades hereditarias de la displasia de cadera o insuficiencias cardíacas, pero hay que hacer especial mención al síndrome de furia, y su vinculación específica hacia los ejemplares claros y de colores sólidos, como los dorados. Este síndrome se refiere a ataques agresivos repentinos sin provocación mediante, y donde el animal se vuelve agresivo sin previo aviso y muestra una momentánea desconexión con la realidad, sin atender a estímulos externos, sin que parezcan darse cuenta de lo que sucede a su alrededor y mostrando una mirada perdida. Son episodios cortos, y hay que dejar claro que no se trata de un problema de conducta o mala educación, sino por causas patológicas que debe atender un profesional veterinario. 

Los casos son relativamente raros en la actualidad, pero es una enfermedad muy asociada a los cócker. Se puede diagnosticar mediante encefalografías y pruebas genéticas y por lo tanto los perros que lo padecen deben ser inmediatamente retirados de la cría para evitar su propagación. Era habitual en España en las dos décadas en las que los cócker spaniel ingleses estuvieron de moda, conocer algún ejemplar dorado que mostrara un carácter agresivo y muy ladrador. Esto se explica porque dentro de la moda, los cócker “rubios” eran los más demandados, lo que provoca, como es habitual y cíclico, que muchas personas particulares o criaderos ilegales criaran cócker dorados afectados por el síndrome de furia de forma desenfrenada para la compraventa y atender la demanda. Es decir, se trata de una enfermedad que se transmite entre líneas de sangre que no son responsablemente criados y carecen de control veterinario. Sobre el síndrome de furia se puede consultar este estudio científico, realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Si se desea adquirir un cócker spaniel de forma responsable y ampliar información sobre las características de las dos razas y su compatibilidad con nuestro estilo de vida, se puede consultar al Spaniel Club de España o a través de Alianza de Spaniels, ambas formaciones bajo normativa de la Real Sociedad Canina de España. Si se opta por la adopción, se puede acudir a la página de difusión SOS Cócker España.

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