Miguel Ríos

(por J.M.Moratinos)

ARTISTA

Nombre: Miguel Ríos Campaña
Origen: Granada
Período de actividad: 1962-actualidad
Estilo musical: Rock & roll, Pop-rock, balada rock

ACTIVIDAD

A la hora de abordar la figura más representativa de la historia del rock en cada país, la cosa suele salir bastante clara: si el rey absoluto del género en EE.UU. (y en todo el mundo) fue Elvis Presley, en Francia fue Johnny Halliday o en Italia Adriano Celentano, en España sin duda esa figura pionera e icono descollante, es Miguel Ríos. Su influencia sobre la música española durante tres generaciones ha sido enorme, ejerciendo no sólo como cantante sino como eventual compositor y presentador televisivo de algún espacio musical en la televisión pública.

El barrio granadino de La Cartuja vio llegar al mundo a Miguel Ríos Campaña el 7 de junio de 1944. Era el menor de siete hermanos; sus padres, de clase baja, procedían de la cercana localidad de Chauchina. Ya en la capital granadina, cursó estudios primarios en el colegio Salesianos. Pero pronto las penurias económicas le obligan a trabajar a la edad de quince años, primero como dependiente en un bar y luego de empleado en la sección de discos de los almacenes Olmedo. Allí entra en contacto con la música y el naciente rock and roll, por el que siente tanta afición que decide hacerse cantante.

1960. Con el apoyo de unos amigos se presenta al concurso “Cenicienta 60” de Radio Granada, el cual gana interpretando “You are my destiny”, de Paul Anka. Con ellos graba una cinta doméstica que envía a una discográfica madrileña, y con permiso materno (su padre había muerto unos meses antes), se traslada a Madrid. Sólo tiene dieciséis años y 1.500 pesetas en el bolsillo, pero va de la mano de un cazatalentos. Iniciará una etapa oscura de casi dos años, en los que malvivirá en sórdidas pensiones baratas de la capital que se pagará con diversos empleos menores.

1962. El 2 de enero finalmente consigue su primer contrato discográfico, con Philips: un EP de cuatro canciones por el que llega a cobrar 3.000 pesetas de entonces. Es la época en que triunfan distintos ritmos subsidiarios del rock, como el twist, por lo que le bautizan como “Mike Ríos, el Rey del Twist”, apelativo no muy de su agrado por sentirse auténtico rockero, aunque accedió por motivos comerciales. Y es que el disco incluye “El twist”, versión en español del tema de Hank Ballard, “Twist de Saint-Tropez”, “Pera madura”, del rockero italiano Pino Donaggio y “Cayendo lágrimas”. No resulta exagerado decir que con este vinilo queda inaugurada la era del rock en España. Y para aprovechar el tirón ese mismo año graba tres EPs más: “Mike Ríos” (que incluye el “Twist del reloj” y “No te alejes de mí”), “Mike Ríos – Locomotion” (con su versión de “The Locomotion” de Carole King y Gerry Goffin) y “Mike Ríos con Los Relámpagos, ¡Explosivo!” (con “Popotitos”, versión del “Bonny Moronie” de Larry Williams y “Spanish twist”).

1963. Las célebres Matinales del Price brindan ocasión al joven Mike Ríos para dar asomo a su música: son sus primeras actuaciones en público en Madrid. Publica un nuevo EP con Los Relámpagos («Una voz extraña», «Ruby baby»…), otro sin ellos con “El ritmo de la lluvia” (versión de “Rhythm of the Rain” de The Cascades) y otro más aún, con «Pecosita» y su versión de «Da-doo-ron-ron» de The Crystals. Participa en un concurso radiofónico presentado por Joaquín Soler Serrano.

1964. Es el año en que recupera su nombre de pila, dejando el de Mike Ríos por el de Miguel Ríos, como hasta hoy lo conocemos. Antes de ello, aún grabará dos nuevos EPs: uno con Los Sonor, donde se incluye “Oh, mi señor” (versión de “O mio signore” de los italianos Mogol, Vianello y Mapel) y otro titulado “Canta Mike”. Su siguiente EP, ya como Miguel Ríos, incluye el tema de Waldo de los Ríos “Serenata bajo el sol”, de nuevo acompañado por Los Relámpagos; la canción será incluida en la película de finales de ese año “Dos chicas locas, locas”, de Pedro Lazaga, con las populares Pili y Mili como protagonistas. Será ésta su primera aparición en el cine.

1965. Graba dos nuevos EPs, el segundo de los cuales incluye dos interesantes versiones: “Unchained Melody“ de Alex North, gran éxito ese año por los Righteous Brothers (“Melodía encadenada”) y “Yesterday“ de los Beatles (“Ayer”).

1966/ 67. Su ritmo de producción discográfica decrece un tanto, en parte porque en 1966 abandona el sello Philips para firmar con Sonoplay; asimismo, por primera vez comienza a grabar temas originales, para los cuales escribirá las letras. Su último EP lo formarán cuatro de esos temas, pertenecientes a la película “Hamelín” de Luis Mª Delgado (1967), la cual él mismo protagonizará. El resto de canciones se incluyen en cuatro sencillos, uno de los cuales contiene una reedición de “¡Oh, mi señor!” y “Tema para Rocío”, original de Herrero y Armenteros, de nuevo con acompañamiento de Los Sonor.

Si algo dejó claro Miguel Ríos durante esta primera etapa de su carrera fue su gran versatilidad interpretativa al abordar temas rock no sólo de origen anglosajón sino también italiano y hasta francés, tanto baladas como tempos rápidos. Sin duda, un rodaje idóneo para lo que iba a venir después.

1968. El primer gran despegue en la carrera musical de Miguel Ríos coincide con su fichaje por Hispavox ese año (no es, por otra parte, el único artista cuya carrera despunta coincidiendo con su ingreso en la ya extinta discográfica de la madrileña calle Torrelaguna). En su seno galvanizará su sonido: el de su voz y también sus propias aunque esporádicas composiciones, logrando el sello propio que le ha distinguido desde entonces.

Su single de debut con su nueva casa será su primer gran éxito multitudinario: “El río”, tema original de Fernando Arbex (líder por entonces de Los Brincos) y “Vuelvo a Granada”, del propio Miguel, un afectuoso homenaje a su ciudad natal. Inmerso en el sonido Torrelaguna (la producción de Trabucchelli y los lujosos arreglos de Waldo de los Ríos) se suceden más sencillos de éxito: “Contra el cristal” (con una personal versión de “No sabes cómo sufrí” de María Ostiz en la cara B) o “Yo sólo soy un hombre”.

1969. Publica su primer álbum, “Mira hacia ti“, un compendio de sus sencillos anteriores más algunos temas nuevos. Pero es a finales del año cuando graba el que va a ser un éxito inusitado, dentro y fuera de España: el famosísimo “Himno a la alegría”, una genial adaptación del 4º movimiento de la 9ª sinfonía de Beethoven a cargo de Waldo de los Ríos, en lo que ya era una labor pionera de acercamiento de la música clásica al pop, mediante la inclusión de una base rítmica de bajo, batería y guitarras dentro de la tradicional orquesta sinfónica. No estaba pensado para que lo cantara, y él mismo mostró sus reticencias al principio, pero al final acabó grabándolo. En plena era del rock sinfónico sólo necesitó registrarla en inglés, como “A Song of Joy”, para convertirlo en uno de los mayores hits internacionales de 1970, llegando al nº 1 en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y en puestos prominentes en otros países como Japón, Suecia, Austria, Holanda, Canadá… En total, siete millones de copias vendidas del disco en todo el mundo. Un éxito casi sin precedentes en la música española. La consecuencia posterior, una gira mundial de Miguel Ríos. Su nombre sonaría de punta a punta del planeta. “Supuso el que tomara conciencia de que podía cantar, escribir textos, utilizar la imaginación y construir algo sólido como un disco”, declararía tiempo después Miguel, no sin cierta socarronería.

1970. Aprovechando en lo posible el monumental éxito anterior, se lanza ese año su segundo álbum, “Despierta”, un espléndido álbum donde, aparte del mencionado “Himno a la alegría”, se encuentran notables piezas como el propio “Despierta”, otra brillante joya sinfónica, ensombrecida en parte por el éxito del Himno; “Ella se fue” o “Al salir el sol”. No obstante, Miguel no olvida sus orígenes, y como contrapunto incluye en el álbum “El rock de la cárcel”, su célebre versión del “Jailhouse rock” de Leiber y Stoller que en 1957 popularizara el gran Elvis. Antes de que acabe el año, Fernado Arbex vuelve a componer para él con el sencillo de éxito “Como el viento” (y su versión en inglés “Like an eagle”).

1971. El tercer álbum de Ríos, “Unidos”, sigue recabando en el rock sinfónico y en la adaptación de la música clásica al pop. Así, el tema homónimo del disco es el “Te Deum” de Marc-Antoine Charpentier, sintonía habitual en las conexiones de la red de Eurovisión; y aunque el tema también fue lanzado en inglés como “United”, esta vez la fórmula no funcionó. Pero el álbum tiene otros momentos notables, como “El refugio” y su versión de “Here comes the sun” de los Beatles.

Si en algo ha sido pionero en España también Miguel Ríos es en las grandes giras de conciertos. Esta faceta la inaugura en 1972 con la publicación “Miguel Ríos en directo: Conciertos de Rock y amor”, uno de los primeros álbumes en directo grabados en España. El disco no sólo recoge su vuelta a las raíces del rock and roll (“Hound Dog”, “Rock de la cárcel”…) sino guiños a la canción de autor (“Cantares” de Joan Manuel Serrat). Pero ese mismo año, además, sufre un duro y desagradable contratiempo: es detenido por fumar marihuana, por lo que pasa 27 días en la cárcel de Carabanchel antes de ser puesto en libertad sin cargos.

1974. Publica “Memorias de un ser humano”, un disco donde se observa una clara evolución hacia el rock progresivo, con los arreglos y producción del guitarrista portugués Johnny Galvao (ex de Los Buenos) y el sencillo “Por si necesitas” como tema más recordado. Con este disco Miguel Ríos concluye su contrato con Hispavox.

Su adiós a Hispavox y su adscripción al sello Polydor coincide con una etapa oscura en la carrera de Miguel Ríos, durante la segunda mitad de los años ’70. No es que su evolución artística se haya estancado, bien al contrario; pero los gustos musicales de la época en España no parecen darle el respaldo mayoritario de los años anteriores.

1976. Desde una finca cercana a la base madrileña de Torrejón, donde vive por entonces, se dispone a producir su quinto álbum. El continuo sobrevuelo de aviones militares norteamericanos, unido a la psicosis imperante por entonces de la guerra fría, le lleva a producir finalmente un álbum conceptual titulado “La huerta atómica”, en el que a las tesis ecopacifistas de sus letras se une una experimentación musical aún mayor dentro del rock progresivo. Comercialmente, no obstante, el disco es un fracaso, hasta el punto de que su edición en vinilo sea hoy día una joya de coleccionismo.

En 1977 Miguel Ríos no se arredra y sigue fiel a su ideario musical publicando “Al Andalus” que, como su título indica, supone una aproximación a sus raíces a través de una fusión del rock y el flamenco, ese rock andaluz tan en boga por entonces de la mano de grupos como Triana o Medina Azahara.

En 1978 organiza y produce un nuevo espectáculo musical con el nombre de “La Noche Roja”, con el patrocinio de la marca de vaqueros Red Box, cuya gran innovación es el uso compartido de equipos de luz y sonido de otras grandes bandas anglosajonas traídos desde Inglaterra. En la gira participan, además de Miguel, algunas de las mejores bandas del momento como Iceberg, Triana, Tequila, Salvador o Guadalquivir.

1979. Para la publicación de su séptimo álbum se rodea de nuevos colaboradores (Javier Vargas, Antonio García de Diego, Luis Fornés, Miguel Angel Chastang, Juan Cánovas, José María Guzmán, Carlos Narea, Cañones y Mantequilla…). Ya el simple título del disco “Los viejos rockeros nunca mueren”, aparte de acabar siendo una frase acuñada, es toda una declaración de intenciones. Además de la canción que le da nombre cabe destacar “Un caballo llamado muerte”, un toque de atención sobre los peligros del consumo de heroína. El álbum supone un resurgimiento en la popularidad de Miguel Ríos, como preludio de lo que estaba por venir.

El final de la década confirma el nuevo auge en la carrera de Miguel Ríos. Con parte de elenco instrumental del disco anterior y la producción de Carlos Narea, publica en 1980 “Rocanrol bumerang”, grabado entre Colonia y los estudios Eurosonic de Madrid. El álbum se convierte en disco de oro, avalado en especial por su célebre canción “Santa Lucía”, del cantautor argentino Roque Narvaja. El tema, incluido a última hora en la grabación del LP, será un nº1 rotundo en las listas de venta y popularidad españolas en el otoño de 1980.

Confirmando su línea ascendente publica en 1981 “Extraños en el escaparate”, su noveno álbum, de nuevo con la exitosa participación de Roque Narvaja en la composición del single “Jugando a vivir”. Pero también con otros cortes tan destacables como “Año 2000”, “Sal fuera de ti” o “Banzai”.

La culminación de su renovado éxito llega al año siguiente con la edición de su aclamadísimo “Rock and Ríos”. Siendo el primer LP doble en directo de la música española es también de los pocos grabados previo a la gran gira posterior que se hizo de él por todo el país. Durante los días 5 y 6 de marzo de 1982 el antiguo Pabellón de Deportes del Real Madrid dio cabida a un doble concierto de cuya grabación fueron usadas todas las tomas menos dos del día 6 para la edición final del álbum, en total, 27 cortes. La empresa para producir aquel disco fue de tal magnitud que el propio Miguel comentaría después: «Lo hicieron porque no sabían que era imposible». En lo meramente musical el doble álbum da un repaso a los éxitos más aclamados de su carrera hasta entonces: desde “El río” a “Santa Lucía” pasando por “El himno a la alegría”, “Al Andalus”, “Los viejos rockeros…”, “Jugando a vivir”…, con insignes músicos en escena como Antonio García de Diego, Sergio Castillo o el teclista holandés Thijs van Leer (ex de Focus). Los dos únicos temas inéditos del disco se editaron en single: el famoso “Bienvenidos”, que abre el concierto, y el tema de Víctor Manuel “El blues del autobús”. “Rock and Ríos” se convirtió en el LP más vendido en España durante el año 1982, unas 450.000 copias. Se trata, sin duda, de uno de los discos míticos del pop-rock español y el primer gran álbum en directo.

Con el “Rock and Ríos” de 1982, siendo como fue la cúspide de su carrera artística, Miguel Ríos entró de lleno en la leyenda de la música española por derecho propio. Desde entonces hasta hoy, aparte de haber publicado 12 álbumes más -de los 22 totales de su discografía-, de gran éxito por lo general, la última y más reciente etapa de su carrera se podría resumir con dos palabras: giras y galardones.

Su plena madurez artística también queda reflejada en esos doce álbumes de estos últimos años, algunos memorables. Cabe destacar entre ellos: “El rock de una noche de verano” (1983), “La encrucijada” (1984), “El año del cometa” (1986), “Mientras el cuerpo aguante” (1989), el doble CD “Ana Belén, y Miguel Ríos: Cantan a Kurt Weill” (1999), “60 mp3” (2004 – con John Parsons y el poeta Luis García Montero), “Solo o en compañía de otros” (2008) o “Symphonic Ríos” (2017).

En 1983 comienza la serie de sus grandes giras con “El rock de una noche de verano”. Posiblemente su gira más multitudinaria, un año después del “Rock and Ríos”: 32 conciertos y más de 700.000 espectadores. Como teloneros, una bisoña y muy rockera Luz Casal y los ya veteranos Leño.
1987: Triunfal gira por México tras el concierto “Encuentros de Rock Iberoamericano” en Madrid. Con lo mejor del rock mexicano, argentino, chileno, brasileño, venezolano y español. Con concierto final en la Plaza de Toros de México.
1996: “El gusto es nuestro”, junto a Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel: 34 conciertos y más de 500.000 espectadores. Éxito masivo. La gira se exporta al año siguiente por tierras americanas.
1997: “Big Band Ríos”, para celebrar sus 35 años en la música, con una Big-Band de 16 músicos. El concierto desde el Teatro de la Maestranza de Sevilla se grabará para editar al año siguiente un doble disco del mismo título que la gira.
2000: Por auditorios de todo el país con la Orquesta Ciudad de Granada, dirigida por Josep Pons y junto al Luis Vidal Trío.
2004: Excelente gira de presentación del álbum “60 mp3”. Por toda España y parte de Latinoamérica, y con enorme éxito de público y crítica.
2009: “Solo o en compañía de otros”. Gira promocional del álbum del mismo título, que comienza en julio en el festival Músicos en la Naturaleza en la Sierra de Gredos, y se prolonga durante casi dos años por España y Latinoamérica.
2010: «Bye, bye Ríos». Gira de despedida de los escenarios de Miguel Ríos, que arranca en Granada, finalizando un año después en Sevilla. Con el apoyo de Amaral, Ana Belén, Carlos Goñi, Carlos Tarque, Gold Lake, José Ignacio Lapido, Manolo García, Pereza y Rosendo. La gira se prolonga a México, concluyendo en Guanajuato en octubre de 2011.
2016: Para celebrar el 20º aniversario de “El gusto es nuestro”, de nuevo junto a Ana Belén, Víctor Manuel y Serrat. Repiten la gira a ambos lados del Atlántico, de nuevo con enorme éxito.

Y la dilatada serie de galardones comienza en 1987 con la Medalla de Oro de la Ciudad de Granada y el Premio Ondas por su espacio televisivo “¡Qué noche la de aquel año!”
1993: Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, de manos del rey Juan Carlos (la primera vez en España que se otorga esta distinción a un artista de rock). A finales de este año recibe un premio Ondas por su trayectoria artística.
1999: Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, en reconocimiento a su larga trayectoria profesional.
2000: Premio Especial a su trayectoria musical, dentro de los Premios de la Música de Andalucía.
2002: Medalla de Oro de Andalucía.
2003: Premio de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música por su trayectoria, de manos de José Saramago. El 1 de julio recibe la Medalla de Honor de la Fundación Rodríguez-Acosta.
2007: Premio Ondas (su tercero) como «referente en la historia del rock de España». Hijo Predilecto de Granada, por la Diputación de Granada.
2010: Medalla de Oro de la Cruz Roja y el Premio Protagonistas.
2014: Hijo Predilecto de Andalucía (su galardón más preciado).
2016: Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada.
2018: Doctor Honoris Causa por la Universidad Miguel Hernández de Elche (con Cátedra de Rock).

Además, Miguel Ríos ha dirigido y presentado algunos espacios de radio y televisión:
“¡Qué noche la de aquel año!” (1987 -TVE 1): 27 entregas en las que repasa la historia de la música pop-rock española de 1962 hasta ese año.
“Buenas noches, bienvenidos. El show de Miguel Ríos” (2007 -Canal 2 Andalucía): 13 programas que combinan la música con las demás artes, la divulgación científica y la participación de la sociedad civil andaluza.

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