Los besos durante el sexo serían una de las fuentes de contagio del COVID-19 de acuerdo a la explicación de una sexóloga de la UNAM. Te compartimos todos los detalles.
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Debido a la pandemia por el Coronavirus SARS-CoV-2 nuestra forma de relacionarnos cambiará para siempre. Con ello también lo harán los encuentros sexuales y las formas en que conoceremos a más personas.
Las relaciones sexuales, incluso entre parejas que no compartan el mismo domicilio, tendrán que reformularse, pues aunque la enfermedad no sea de transmisión sexual, sí supone un gran riesgo para la salud.
Los besos suelen formar parte del rito físico y sexual que surge entre dos amantes. Son uno de los mayores estímulos y de las demostraciones más comunes de generar un afecto, sin embargo ahora deberán evitarse hasta que existan medios efectivos que nos protejan del COVID-19.
De acuerdo con Nélida Padilla Gámez, psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mientras no exista una vacuna que prevenga la presencia del COVID-19 no sería recomendable que las personas hagan este tipo de actos, pues aunque las relaciones sexuales no supondrían un peligro, tener contacto con ojos, nariz o boca, así como intercambiar saliva, sería letal.
Si bien aquellas parejas que sostengan una relación estable estarían un poco más alejadas del riesgo, aquellas que gustan por sostener encuentros con desconocidos, o mantienen una relación polígama, deberán tener mucho más cuidado de enfrentar un riesgo.
A partir de ahora una de las prioridades será establecer un buen diálogo con la pareja y respetar la confianza que surja entre ambos, pues la protección de uno será el bienestar del otro.
“El COVID-19 no es una enfermedad de transmisión sexual, pero debe considerarse que se adquiere mediante la saliva, por lo que los besos son una fuente importante de contagio. Además, al estar muy cerca de una persona, nos exponemos a los uidos que emite al hablar, toser o estornudar”, mencionó la sexóloga.
Para la experta el fenómeno del COVID-19 resultaría similar al brote del VIH durante la década de 1980, cuando había quienes tenían un miedo irracional a relacionarse sexualmente. En el caso del Coronavirus la situación sería un poco más alentadora, pues si bien los besos supondrían un riesgo, no están prohibidos los encuentros sexuales y éstos no son una vía de contagio.
Si las personas toman las medidas adecuadas para prevenir un contagio, las probabilidades de contraer la enfermedad se reducirán, por lo que se deberán extremar las medidas de precaución e higiene.
“Es fundamental ampliar la percepción de la sexualidad, pues no sólo implica el coito; abarca todo lo que somos, está en lo que sentimos, hacemos, gozamos, pensamos y se puede expresar con emociones, actividades, sentimientos y conductas”, señaló Padilla.
La medida clave podría ser evitar contacto íntimo con personas que apenas se hayan conocido, asegurándose así que tanto ellas, como su círculo social,están tomando los cuidados necesarios ante la pandemia.
