Paz Bascuñán, madre por segunda vez: "Sé cuál es mi prioridad ahora, no tengo dudas"

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Teo, el primogénito de Paz Bascuñán de 2 años y medio, jamás se aleja de su madre. Mientras ella es maquillada y peinada por dos estilistas -y luego cambia las botas por unos zapatos de taco alto-, el pequeño recorre la enorme casa de la actriz. Juega con plasticina en el living con piso de parquet, conversa y no le teme al gigante perro de la familia.

Durante la entrevista, ella escucha a su retoño, pero también se percata por si llora su hija Leonor, de casi dos meses. Tanta es su preocupación, que hasta pide disculpas si tiene que parar y amamantar.

De sorpresa, llega la ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, la abuela que regalonea a Teo. Este, dichoso, corre y salta por toda la sala, mientras Bascuñán (36) posa para las fotos y pide que la hagan reír.

Cuando todo está en orden, comenta sobre su rol protagónico en "Soltera otra vez", la nueva nocturna de Canal 13, que debutará en los próximos días. La actriz regresa a la estación que la vio nacer -con "Cerro Alegre" (1999)- después de una década en TVN.

En esta teleserie, encarnará a Cristina Moreno, quien mantiene una relación de 8 años con Rodrigo González (Cristián Arriagada), pero éste la abandona por Nicole Cerutti, una rubia y bella instructora de yoga (Josefina Montané).

A raíz de este quiebre, el despecho, el dolor, la posterior recuperación y la conquista al acecho se apoderan de esta comedia, la cual hace hincapié en la frase "sobran pasteles, faltan bombones".

"Son tantas las mujeres que se sentirán identificadas, que eso es lo que más me gusta de la teleserie. Uno dice: «Yo he estado ahí, sé cómo esa mina se siente». Muchas mujeres se reirán con mi personaje o llorarán con ella... Cristina es una romántica, idealista, ingenua y tiene una vida muy típica. Le pagó la universidad a su ex y lo amó de verdad. El, no de malo, sino que de pajarón e inmaduro, encuentra a Nicole. Y a Cristina le queda la cagá", explica.

Y agrega: "Pasa por todos los estados: el shock, la ira, la desilusión, el encerrarse y empezar a abrirse a la posibilidad de un nuevo amor. Una vez que te recuperas, dices: «¡Hey, soy dueña de mi vida! Soy joven aún, tengo mi vida para mí y hago lo que quiera con ella. Puedo vitrinear hombres, y disfrutar un poco». Todos los tipos de mujeres están retratados en sus amigas. Están las que no quieren romance, sino que diversión. Quieren divertirse sin compromiso y quieren ser locas. Está la casada, con el cotidiano de los niños, del colado, mudar y poner pijama. También está «la yegua», la que se va a casar y es de esas mujeres más exigentes... Esta teleserie retrata una gama amplia de mujeres y hombres".

-Estos temas son muy atingentes a nuestra sociedad. Antes, era mal visto que una mujer de 35 estuviera soltera y sin hijos...

-Totalmente. Las mujeres de ahora están más empoderadas, independientes económicamente y felices con su libertad. También hay mujeres que dicen: "No me interesa tal proyecto ni los hijos". Antes era mal visto; hoy no. Ahora es válido y las mujeres tienen libertad. ¿Cuántas mujeres fueron mamás porque debían serlo? ¡Hoy no! Hoy puedes decir: "Soy feliz viajando y carreteando".

-¿Y en tu vida han sobrado los "pasteles"?

-¡Sobraron! Totalmente me han sobrado los pasteles.

A diferencia del común de las nocturnas, conocidas por su alto índice de erotismo, en "Soltera otra vez" las escenas de sexo explícito se sustituyeron por acciones que dejan a la imaginación: "En nuestra teleserie, esas escenas están bien puestas y sólo cuando amerita. No es gratuito, no está porque sí. Es parte del amor, de las relaciones, del trip de los enamorados, que llegan a un encuentro sexual y luego se muestra. Pero siempre hay una coherencia".

"Me siento bien en el túnel de la maternidad"

A los 3 meses de grabaciones, Leonor apareció en las vidas de Paz y su marido, Miguel Asensio, productor español al que conoció en el rodaje del filme "Santos" (2007). "Hay una cosa terrible que nos pasa a las mujeres, como una especie de pequeña culpa, sobre todo en mi pega, donde estar embarazada te afecta físicamente. Y si te sientes así, puedes afectar al personaje. Si se complicaron en la teleserie, no me lo hicieron sentir, y eso lo agradecí profundamente. El equipo fue muy generoso y cuidadoso conmigo. ¡Me regalonearon todos!", asegura.

Y, entre risas, advierte que subió 13 kilos.

-¿Cómo fue retornar a la crianza?

-Es siútico decirlo, pero cuando fui mamá de Teo (2 años y medio), de verdad que él llegó a completarme. Era una dimensión del amor que desconocía. Te cambia la vida, ¡pero te cambia más con dos! También tengo la preocupación de que mi hijo es chiquitito. En las noches, él es de mal dormir y mi hija también. Ahora son dos, entonces ¿¡cómo te divides!? Es súper importante el rol de pareja, y admiro a las mamás que aperran solas... Me siento bien en el túnel de la maternidad y estoy muy abocada a esto. Me convoca 100% y me gusta un montón.

-Pero es un sacrificio, porque debes dejar de hacer algunas cosas...

-No, me encanta. Hay tiempo para todo, y estoy en mi tiempo para la crianza.

-Y cuando surgen otros proyectos, ¿dudas o no aceptas?

-No tengo dudas. Sé cuál es mi prioridad ahora, no tengo dudas, para eso tuve los hijos a la edad que los tuve. Estoy con la calma de haber tenido hijos más vieja. Ya no tengo esa ansiedad de querer abarcarlo todo, para nada. Todo a su tiempo. Gocé las grabaciones de "Soltera otra vez", no te imaginas cuánto.

"Las penas hay que vivirlas"

El embarazo no fue fácil de llevar. Hubo varios altibajos. "Debía tener muchas consideraciones. No podía correr, andar en bicicleta, subir escaleras, no podía hacer nada. Decía: «¡Qué pena! Quiero rendir bien». Además, mi personaje era activo, saltarín, livianito. Pero tenía que cuidar a mi hija. Fue un embarazo que también me inspiró para un parto súper bonito. Tuve un parto natural, sin anestesia".

-¡Sin anestesia!

-Sí. Fue un embarazo muy intervenido, con miles de ecografías. Todo el rato había problemas. Después dije: "Quiero confiar en mí, en mi instinto, porque las mujeres sabemos parir". No tenía por qué estar todo tan intervenido, como si las mujeres no fuéramos protagonistas de nuestros partos. Te tratan como si no supieras parir. Eso también es responsabilidad de nosotras por parir desinformadas, desconectadas y con todos los miedos. "Mi hija está bien y sé parir porque soy mujer. Quiero parir de pie, sin anestesia", decía. Lo hice y fue maravilloso. Ahí nos encontramos con Leonor y fue increíble.

Una de las cosas que la afectaron en su estado de gravidez fue la muerte de Felipe Camiroaga, su antigua pareja, en el accidente aéreo de Juan Fernández.

-¿Cómo pudiste sobreponerte ante esa pena?

-Cuando uno está embarazada trata de cuidarse lo más posible, en el sentido de no sufrir. La vida sigue y tú estás con otra que se está gestando dentro de ti. Pero así es la vida, con cosas felices y cosas tristes. Entonces, le dije a mi hija: "Ahora estoy triste, pero así es". Hay que aceptarlo, y las penas hay que vivirlas.

Paz se emociona al hablar de este tema. Sus ojos la delatan.

Sentada en una silla de su comedor, y con la luz apagada, amamanta a la pequeña Leonor.

En ese proceso tan íntimo, afirma: "Sólo puedo dar gracias todos los días de mi vida, porque tengo una red súper amorosa cerca mío. Soy una privilegiada".